Mujer fatal

Se trata de una villana que utiliza la sexualidad para conseguir a su víctima, un héroe desventurado. Normalmente es malvada, no le importa si el hombre que le interesa es casado o soltero e igualmente utiliza sus armas de mujer para seducirlo y atraparlo como si se tratara de una araña. Es una mujer desconcertante que romperá los esquemas de cualquier hombre dejándole desnudo, solo ante el peligro y sin poder escapar. 

La mujer fatal no deja de ser una tentación, un capricho ya no solo por su belleza sino por su personalidad fascinante y al mismo tiempo terrible. Sumamente atractiva a pesar de no cumplir con los prototipos de mujer que exige la sociedad o precisamente por ello. El mito data de finales del siglo XX llegando a su cúspide en los años 50 con actrices como Betty Sabes, Ingrid Bergman, Marilyn Monroe o Jane Greer.

Durante el Psicoanálisis Freud considera a la mujer como una persona con una psicopatología (la histeria), un odio irrefrenable a los hombres (su objetivo es enamorarlos y después destrozarle). 

La mujer fatal compite cara a cara con los hombres como si se tratara de un pulso, en un interesante estilo clásico, y a través de su gran belleza, sensualidad y manera de seducir se sale con la suya para superar los momentos de crisis o dificultades en la vida.

Su figura es carismática, hipnotizante, sensual y con una carga de místerio.

"En lo que a mí respecta, el amor significa lucha, grandes mentiras y un par de bofetadas en la cara"

Edith Piaf

Se le atribuyen rasgos psicopáticos como imperturbable, calculadora e insensible. Pero no se trata de una psicópata sino de una misántropa.

Antes del movimiento de liberación femenina se daban tres estereotipos de mujer: la esposa y madre, la mística y bruja y la prostituta. Con la Revolución Femenina la mujer empezó a resultar amenazante pues su actitud y papel en la sociedad dió un giro de 180 grados.

El opuesto a la mujer fatal sería el mítico "Don Juan". Ambos enamoran sin enamorarse, logrando sus intereses (dinero, lujo, poder).

La mujer fatal no deja de ser un mito del siglo XX dónde también se las llamaba "vampiresas" pero no hay que olvidar que la realidad supera la ficción y a día de hoy todavía quedan muchas mujeres fatales disfrazadas de mujeres-niña, mujeres-artistas o amas de casa.

Consejo a los hombres: huye de las mujeres fatales porque tras esa hermosa fachada de esconde un veneno que puede llegar a ser letal.