Sobre la violencia de género

Hay que ser muy valiente para vivir con miedo. Contra lo que se cree comúnmente, no es siempre el miedo asunto de cobardes. Para vivir muerto de miedo hace falta, en efecto, muchísimo valor.

Ángel González, Nada grave 2008

El factor común que sufren todas la mujeres maltratadas en lo que se refiere a emociones es el miedo o terror. Las mujeres que sufren violencia de género por parte de sus parejas no viven, sobreviven y para eso hacen falta grandes dosis de valor. Convivir con un maltratador, en contra de lo que mucha gente piensa, supone mucho valor.

Según las estadísticas consultadas el promedio para que la mujer se decida a abandonar a su pareja y consecuentemente acabar con la situación es de nueve años.

Muchas chicas jóvenes piensan que a ellas jamás les ocurriría algo así porque no lo consentirían mostrando así su desacuerdo en que sea la mujer una víctima en los casos de violencia de género. En el Síndrome de Estocolmo ocurre que la víctima de alía con su secuestrador declarando a su favor en el juicio. La población comprende mejor este caso porque entienden que la víctima podría estar experimentando un tipo de distorsión psicológica y que eso le puede pasar a cualquiera. Por lo tanto parece que resulta más fácil ponerse en la piel o empatizar con una mujer secuestrada que con una mujer maltratada. El factor de riesgo se encuentra en la posición de vulnerabilidad de la mujer en la sociedad. Aunque en este tema se está avanzando bastante, el mundo enseña a la mujer a minusvalorar y la moldea de tal manera que incluso pueden vivir el maltrato como algo normal.

Según las Naciones Unidas "Violencia de género es todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicólogico, incluídas las amenazas, la coarción o la privación arbitraria de la línea bertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada"